¿Qué crees que pasa cuando mueres? ¿Lo has pensado alguna vez? Os contaré qué le pasó a Samantha Kingston, una adolescente típica americana. Es popular, la mejor amiga de la líder del grupo de las más populares, cruel con el resto del mundo, novia del chico más "cañón del insti". De esas que copian en los exámenes, se emborrachan cuando quieren, no se separan del móvil y el poco tiempo que pasan en casa están en su habitación haciendo Dios sabe qué.
Era un viernes como otro cualquiera. Sam pasa del chico "friki" que está loquísimo por ella, coquetea con el profesor de lengua sexy aunque ella tenga novio, humilla a la loca de turno, copia en los exámenes, se morrea con su novio, se escaquea de clase... En fin, el pan de cada día. Al ser viernes la fiesta está asegurada. Esta vez, en casa del "friki", Kent McFuller. El chico de los dibujos del periódico escolar, el chico de las zapatillas de cuadritos blancos y negros, el chico del sombrero de hongo y el chico de los ojos verdes como la hierba.
Era un viernes como otro cualquiera. Sam pasa del chico "friki" que está loquísimo por ella, coquetea con el profesor de lengua sexy aunque ella tenga novio, humilla a la loca de turno, copia en los exámenes, se morrea con su novio, se escaquea de clase... En fin, el pan de cada día. Al ser viernes la fiesta está asegurada. Esta vez, en casa del "friki", Kent McFuller. El chico de los dibujos del periódico escolar, el chico de las zapatillas de cuadritos blancos y negros, el chico del sombrero de hongo y el chico de los ojos verdes como la hierba.
Miro por encima de su hombro y le copio las dos primeras respuestas -nunca me cazan-. Estoy acabando la segunda cuando el señor Tierney anuncia:
-Treees minutooos -lo dice con voz teatral, como el narrador de un documental emocionante, y la papada se le bambolea.

Me ha encantado leer día tras día. Empecé pensando que se haría repetitivo, siete veces lo mismo pero con otros matices. Pues me equivoqué de principio a fin. Todos los días son completamente distintos. Una de las cosas que más destaco es la evolución de la protagonista, Sam. Vemos claramente como cada día cambia, madura y se hace más responsable sin dejar de ser una adolescente. La historia no es lo más original del mundo, pero el modo en el que la historia está contada me ha gustado mucho. Me he sorprendido muy gratamente lo diferentes que son los hechos que suceden en cada día. ¿Lo mejor? Las frases y párrafos escritos en cursiva, cuando Sam ya sabe qué ha pasado y nos lo cuenta. Precioso.
Puntuación: