
Marina suena a mema... Digo, a mar. Ella tiene 14 años, odia las mates
(y quién no...), vive en Barcelona y es una sombra.
La sombra de su hermana Ángela. Bueno, las sombras al menos son visibles. Sólo hablan con ella para preguntarle si es la hermana de Ángela. Para decirle que como ha suspendido matemáticas tiene que dar clases durante el verano. Sí, justo como pensáis,
qué divertido. Marina tiene 0 autoestima, pero eso es porque durante toda su vida ha sido comparada con la perfecta de su hermana Ángela. Rubia, ojos azules, alta, con tetas, lista, buena persona, muy inteligente, novia del irlandés más perfecto del mundo (Patrick)... Y claro, contra eso nuestra corriente y moliente Marina no puede competir... ¿O sí?
C.C. no pudo aguantarse.
-Y me usas como sustituto.
Ángela lo negó con vehemencia.
-No es eso. Es que a él las hadas no le interesan, solamente le intereso yo.
Eso fue definitivo, para Ángela él era un chico sin sexualidad que sólo estaba interesado en seres sobrenaturales, animales, minerales y plantas. O sea, era insensible como una patata frita.

Ángela contrae una
extrañísima enfermedad que amenaza su belleza. Y claro, ya no podrá ir a Dublín, para aprender inglés y, por supuesto, estar con su perfecto novio irlandés, el Patrick de antes, del cual Marina está enamorada aunque no le haya visto en otra situación que no sea mirando la foto que tiene su hermana.
Desde el primer momento que vio su foto, se enamoró perdidamente de él. El caso es que Marina finalmente va a Dublín por petición de un hada...
¡ESPERA! ¿UN HADA? Sí, pero hoy en día eso es lo más normal que le puede pasar a cualquier protagonista xDDD. Ella no hace demasiadas preguntas, más que nada porque el hada, Lilian,
nunca está para contestarlas y claro, porque ahora que va a conocer al amor de su vida no se quejará.
Lo peor de todo es que tiene que hacer creer a todo el mundo que es Ángela, cosa un poco complicada ya que se parecen tanto como un tomate a un plátano.

Raeyn Cicerón C.C. es lo que hoy en día denominamos friki. Es antisocial y se pasa el día encerrado en su habitación... Jugando al un juego online, el World of Warcraft
(o, al menos, era igualito en TO-DO, menos por alguna que otra licencia poética que se ha tomado Maite xD). No habla con nadie sin que haya una pantalla por medio, o al menos procura no hacerlo.
Pasa de todas las chicas que no sean Thana, una chica de su raid. Aunque a C.C. se le acaba el chollo cuando sus padres deciden que el tema de su adición ha pasado de castaño oscuro
(yo le entiendo, ese juego es extremadamente adictivo xD) y
le cortan la conexión a Internet. Para hacer el castigo más horrible aún le mandan a Irlanda, un país donde no hablan su idioma,
no tendrá ordenador ni jueguecitos. ¡Encima tendrá que hacer amigos! Sus ruegos no serán escuchados y tendrá que resignarse...
Luci y Antaviana son dos chiquillas muy distintas. La primera es tranquila y busca siempre la paz, un tanto aburrida y pelota. La segunda siempre busca los malos rollos, parece una niñita a pesar de tener la edad de Marina y es
un poco muy
egocéntrica.
A ver si adivináis a qué país van a estudiar este verano...
Marina/Ángela lo tendrá chungo para engañar a todo el mundo, incluido Patrick. C.C. lo tendrá chungo para volver a chutarse WoW en vena. Además de los problemas en el mundo de las hadas, pero de esos no os hablará, descubrirlo solitos, que merece, y mucho, la pena.
La primera vez que pruebo las letras de Maite Carranza y quiero repetir,
cuanto antes, por favor. La trama es original y el desarrollo fresco, para nada pesado. La lectura es amena siempre (menos cuando los capítulos son de las hadas, que se hacen un poquitín más pesados, pero bah) e incluso divertida en varias ocasiones. Maite consigue mantenernos en vilo con las incógnitas que mete de por medio. ¿Lo mejor? Los personajes y los diálogos, todos tienen una personalidad sumamente definida. Al que más he amado, con diferencia es a C.C.♥ con sus debates mentales sobre las mujeres y sus segundos, terceros e incluso cuartos significados para un "Sí".
Mencanta. Conclusión: Merece MUCHO la pena leer este libro, fresco, divertido, ameno y original.
Puntuación: