
Todos hemos oído hablar de este libro. Que si Caster, que si Lena, que si Ethan, que si chapitas de plástico del bueno, que si... En fin xD
Pero... ¿Qué son los Caster?
Pues... Al ser un libro de fantasía y esas cosas, pues serán vampiros, lobos, elfos, un clan o algo raro ¿no? ¡Pues no! Los Caster son... Bueno, no os lo revelaré porque es una de las cosas que más me ha gustado de este libro. A ver, es obvio que con criaturas fantásticas, pero hasta bien entrado el libro no tenemos muy claro qué son, qué hacen o dejan de hacer, si se transforman en algo o no...
Ethan Wate es... Yo lo llamaría el típico adolescente. Un chico guapete, se podría decir que popular, deportista, le gusta la chica popular pero cabrona malvada... Pero Ethan vive en un pueblo muy pequeño (casi tanto como Moreda (me encantaría que hubieseis pillado eso...)xDD) llamado Gatlin, en Carolina del Sur. En este pueblo solo hay estúpidos y catetos, o eso es lo que dice el padre del protagonista... Aunque... ¿por qué vive él allí entonces? Pues será porque es imposible salir de él.
Ethan es cuidado por Amma, una mujer muy supersticiosa y adicta a los crucigramas, ya que al morir su madre, su padre se encerró en su despacho, a escribir novelas de suspense, misterio o lo que sea, pero como a Ethan no le dejan entrar allí, da igual.
La situación estaba yendo rápidamente de mal en peor. Necesitaba distraerla con algo. El guardapelo parecía arder en el bolsillo de atrás de mi pantalón, hasta el punto casi de agujerearlo. Amma adoraba los misterios. Me había enseñado a leer cuando tenía cuatro años con novelas de crímenes y con sus crucigramas a cuestas.

Todas las noches, Ethan sueña con
una chica que se está cayendo al vacío... ¿Lo adivináis? Sí, la chica de sus pesadillas se presenta en el pueblo. Sí, chica vestida de negro, con un collar lleno de cosas tintineantes, un tanto antisocial, con un cuaderno roto que se lleva a todas partes y con
números pintados en las manos en Gatlin.
No sé cómo no se la han comido viva todavía. Esa chica se llama Lena Duchannes es nueva en Gatlin y es la chica cuyo nombre rima con la lluvia. Y por si fuera poco, es la sobrina del viejo Ravenwood, el loco del pueblo (¿por qué siempre hay un loco en los pueblos literarios?).
Pero nada es lo que parece en este pueblo. Todos guardan secretos, incluso los seres que más inocentes nos parezcan son culpables de ocultar secretos... Incluidas las piruletas.
No quiero contar mucho más porque gran parte de las cosas interesantes ocurren a partir de otras que no sabemos, así que no quiero spoilear mucho. En general, es un libro que me ha gustado bastante. Tiene aspectos muy interesantes como los Caster y sus diferencias entre ellos mismos. Hay una cosilla que... Podría parecer diferente que el libro esté narrado en primera persona por un chico, pero apenas se nota la diferencia. Además tiene mucha paja, sobran muchas hojas y el ritmo es bastante lento. A pesar de esas cosas, se disfruta, o por lo menos entretiene.
Puntuación: